Esta finca histórica ha sido minuciosamente restaurada para preservar su autenticidad, y sus propietarios se han inspirado en el estilo local de la época, para su decoración. Cada detalle, desde el mobiliario hasta la iluminación y los materiales de los suelos, ha sido seleccionado con esmero.

La vivienda principal disponible para alquiler, acogedora y cómoda cuenta con amplias habitaciones, donde el encanto de las paredes de piedra y los techos abovedados se combina perfectamente con las comodidades modernas. Cada habitación ha sido completamente amueblada y equipada.

Grandes ventanales inundan las estancias de luz natural, creando un ambiente luminoso y acogedor. La planta baja alberga un vestíbulo de entrada, mientras que la primera planta incluye varios salones con chimenea y vistas panorámicas, un comedor, una cocina, un aseo y un lavadero.

En el exterior, la zona de desayuno y chill out, junto con la piscina, fusiona patrones tradicionales con elementos contemporáneos. Es el lugar perfecto para disfrutar de deliciosas comidas y relajarse bajo el cálido sol de Menorca.

La decoración armoniosa y los colores del entorno natural invitan a una estancia excepcional.

Destaca una antigua capilla, que refleja la rica herencia de generaciones pasadas, aunque actualmente no está disponible. Varias terrazas, una de ellas con salón de verano, ofrecen un espacio idílico para disfrutar del clima soleado de Menorca.

La ubicación de esta finca permite una auténtica experiencia isleña, donde se puede apreciar la arquitectura característica de Menorca y el encanto del campo.

Además, está a poca distancia de restaurantes, cafés, galerías, boutiques exclusivas, el paseo marítimo, la plaza del Ayuntamiento y las playas.

El puerto de ferry, que conecta Menorca con otras islas y el continente, se encuentra a tan solo 10 minutos en coche, mientras que el aeropuerto internacional está a 35 minutos.